lunes, 11 de noviembre de 2013

Tendencialicius: cigarro electrónico.



No tiene nada que ver con el mundo de la moda pero es tendencia. Los vemos por doquier, colgaditos del cuello como antaño se llevaban (horror!) los móviles y artilugios varios.


Afortunadamente yo dejé de fumar hace unos meses sin tener que probar estos cigarros (empezaban a aparecer), de los que ya se escuchan terribles leyendas urbanas y cuya venta se está masificando, desde encontrarlo en la tienda con producto homologado hasta en el bazar chino a 10 euros. Cabeza.

En teoría, son más saludables porque, aunque contienen nicotina, no tienen otros añadidos nocivos como el alquitrán, que si que tiene el cigarro de turno. Personalmente opino que si no estás mentalizada para dejar de fumar esto no va a hacer que lo dejes, o será mucho más complicado que no recaigas.

Conozco mucha gente que se había pasado al cigarro electrónico, y que al principio estaban convencidisimos de dejar de fumar, entusiasmados por el ahorro que les iba a suponer, sorprendidos de los sabores que habían, decían que no lo echaban de menos fumarse un cigarro, pero lo cierto es que en cuestión de días han vuelto a lo de antes, y además fumando también el electrónico (en sitios donde fumar tabaco está prohibido). No es un producto milagroso, si no quieres dejar de fumar no lo vas a dejar.

Lo cierto es que mucha gente de mi entorno ha dejado de fumar, y nadie ha gracias al cigarro (que algunos de ellos utilizaban de apoyo contra el "mono", no para tenerlo todo el día en la boca). Toda esta gente estaba convencida y por ello han conseguido el objetivo, con o sin la ayuda del cigarro electrónico. No hay demasiado misterio.

El cigarro electrónico es un autentico boom, un producto que vive su auge ahora mismo, pero por lo que he visto no creo que sea producto sustitutivo del cigarro convencional, en todo caso complementario. Al final por muchos sabores y muchos complementos que haya, si la gente sigue dejándose grandes cantidades de dinero en paquetes de tabaco terminaran abandonando su querido juguetito cigarro electrónico, que terminará siendo un capricho que mucha gente no podrá permitirse. Y quien haya dejado de fumar también se cansará. Demasiadas tiendas están abriendo.







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