jueves, 5 de mayo de 2011

La mágia de Españoles por el mundo


Me estoy acordando del programa de “españoles por el mundo” que vi ayer por la noche: Uruguay. Últimamente, sobretodo en los programas de Sudamérica, se están repitiendo perfiles de Españoles que a mi me hacen mucha gracia(también hay gente normal muy respetable que cuenta historias de amor preciosas o historias de esfuerzo y dedicación). 

Si alguna vez habéis visto el programa (sobre todo los de lugares lejanos) seguro que os suenan de algo:

Ricachones explotadores (de recursos naturales): Aprovechan las leyes suaves y a veces inexistentes del lugar para hacer lo que les da la gana mientras dicen eso de"no, yo no me fui a miles de kilometros de distancia de mi casa porque me ofrecieran el trabajo de mi vida, o para hacer negocio, lo material no es importante" (mientras comen canapes en un yate).
Ricachones emprendedores: el perfil es similar al anterior, pero no muestran tanto sus riquezas, eso si, nos lleva a visitar sus fabricas con toda su maquinaria y con trabajadores autóctonos con cara de estar muy agustisimo con el jefe extranjero. Se le distingue porque se le cae la baba pensando en la cantidad de “oportunidades” que tiene el país y se le suele escapar un “si a mí me dejaran...” mientras extra saliva y se frota las manos
El hippie que toca la pandereta siempre comienza los videos asi, tocando algún tipo de instrumento autóctono, para que todo el mundo vea lo involucrado que esta con el lugar. Esta persona repite lo bonito que es el lugar, te lleva a ver barrios marginales, y entonces  se compunge como buen samaritano y clama a las tremendas injusticias en el mundo mientras se los lleva trabajando como director/a  para algún organismo europeo/empresa multinacional. Se le descubre enseguida (lo que tarda en decir a que se dedica).
El Hippie aventurero es aquel que nos cae simpático, el que parece que realmente se preocupa, viendolo nos hace pensar que esta vez de verdad esta a miles de kilómetros de casa porque la gente de uruguay es muy simpática y le encanta la plaza del pueblo y los limones de la zona.  Nos lleva a ver lugares preciosos, donde el hombre no ha podido con la naturaleza, practica deporte y lleva a los reporteros a hacer algún tipo de actividad de contacto con la naturaleza, y entonces dice eso de “cuando vine por primera vez me enamoré de este lugar…”pero ya lo dice cartman, no se puede confiar en los hippies. El ímpetu de hacer dinero y el espíritu de colonizador explotador del hippie aventurero le hace montar una cadena de aparta hoteles de semi-lujo.

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