La vida.

Hola!

Vuelvo a mi querido blog tras un parón principalmente provocado por un centrifugado de vida súbito, en lo laboral y en lo sentimental. Os cuento un poco:

Me encontraba yo en plena crisis existencial a principios de año 2017, debatiéndome entre intentarlo una última vez en el mundo de la empresa o prepararme unas opos, y mientras buscando trabajo porque de algo hay que vivir. Pero bueno, estaba enamorada y con amor afrontas los problemas como con menos miedo porque sientes que esa persona está tras de ti, protegiéndote. Es lo típico: si sale mal, él está para confortarte y si sale bien se celebra por todo lo alto. Pensamientos que son pura drogaina amorosa y que empoderan y os dire que yo iba a tope de power.

Love. Teníamos hasta un nombre para que nos shipearan.

Ahi estaba yo, luchando contra los elementos, con mi bello y fuerte caballero junto a mi, que con sus promesas aterciopeladas inyectaba drogaina directamente a mi cerebro y mi corazón latía bien fuerte. We are unstoppeable. Joder, si!! *insert giro inesperado* Pero de pronto, con la drogaina amorosa en lo más alto, mi bello y fuerte caballero decidió que se iba, que él no seguía en la partida y se marchó, sin dar demasiadas explicaciones, con paso firme y sin mirar atrás, dejándome completamente devastada. Parada y plantada. Best timing ever.

Mi ex marchándose de repente. Dramatización del momento.
Cualquier parecido con la realidad es casualidad.

Las desgracias nunca vienen solas, pero es cierto también que el universo aprieta pero no ahoga y unos días mas tarde estaba trabajando de nuevo. Y menos mal.

Dicen que la primera vez que te rompen el corazón es la más dura. A mi me dolió un montón, duele el corazón -literal- y lloras muchísimo. No miento si digo que no recuerdo los dos meses que siguieron a la ruptura, solo el dolor. Fue terrible y apocalíptico.

También ocurre, al principio, que cuando cuentas la historia buscas que la gente te diga lo que quieres oír (el volverá en un caballo blanco con un ramo de flores pronto, seguro, a quien se va sin ser echado vuelve sin ser llamado...lol), pero la gente, que con ciertas edades ya suele estar curtida en esto del desamor y son bastante mas realistas que tu, en lugar de eso, te dicen las típicas frases que suenan a confort barato pero que con el tiempo descubres que son la piedra filosofal de la vida. El típico tópico con más sabiduría del mundo mundial es, sin lugar a dudas: el tiempo todo lo cura. 

Solo con el paso del tiempo y conforme desaparece el dolor y los efectos del enamoramiento, una es capaz de poner la situación en perspectiva y levantarse con ganas y ser capaz de recordar lo bueno sin que le de pinchazo al corazón, es lo se conoce como la fase de aceptación.

Si, me he leído/visto todos los artículos/videos sobre rupturas que hay en la red. 

Otra gran verdad: el tiempo pasa jodidamente rápido y si te descuidas, te lo pierdes. Hay que darle tiempo al tiempo pero sin dormirse en los laureles y, sobre todo, pensar en una misma. Tu eres lo más importante y tu esfuerzo tiene que ir dirigido a ti, a cuidarte a ti. La drogaina que se libera por la autorealización es canela en rama también.

Hay que darse tiempo y no querer estar bien inmediatamente. Los cambios así tan dramáticos dan mucho miedo, al fin y al cabo, la ruptura es la aceptación de una perdida, lidiar con un escenario diferente y luchar contra los elementos con la mayor dignidad posible. Lógicamente, no es un proceso fácil pero se produce un increíble crecimiento personal. Sueno mística, pero quien haya pasado por ahí sabe de lo que hablo.

Ahora que mi vida comienza a tomar forma de nuevo y estoy retomando hobbies y aficiones, voy a reactivar también el blog. La melancolía va abandonándome poquito a poquito y creo que puedo ya escribir con mi esencia cachondeistica.

Nos leemos pronto,